El 15 de agosto, como muchos de vosotros sabréis, es el Día Internacional de la Relajación, y qué mejor manera de relajarse que mediante la música. Una buena pieza de música clásica, la banda sonora de nuestra película favorita, o algo de música pop tranquila puede relajarnos, hacernos olvidar el ajetreado estilo de vida actual e incluso puede aliviar dolores y el malestar general.
Muchos profesionales de la musicoterapia utilizan composiciones musicales o incluso sonidos, que reproducidos de forma de continua, sirven para aumentar la concentración, tranquilizar a una persona o intentar que sea más feliz.